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De la teoría al pozo

La edición 14 del programa de capacitación intensiva de Tecpetrol reunió a Jóvenes Profesionales con ganas de aprender y forjar vínculos de largo plazo. Conoce el POV (Point of View) de tres participantes.

La TUIC (Tecpetrol University Induction Camp) 2025 pasó con innovación y continuidades, en la cual 24 Jóvenes Profesionales compartieron un mes entero de capacitación técnica e inmersión cultural. A las charlas con especialistas en cada área, se sumaron encuentros con nuestro CEO y con directores.

Como en ediciones anteriores, llegaron desde distintas operaciones en toda Latinoamérica y compartieron tiempo durante las clases en Buenos Aires. En esta ocasión, viajaron a los yacimientos Los Bastos y Fortín de Piedra para conocer de cerca al campo, y aprovecharon los tiempos libres para cenar, reunirse en la sala de recreación de Fortín de Piedra, entre otros encuentros.

TUICers luciendo su buzo personalizado. -

Un buzo de “egresados”, que diseñaron y enviaron a confeccionar, que replica una tradición de cada camada que termina sus estudios, les quedará como recuerdo de los días compartidos.

Facundo Repetto, JP Pool, área Maintenance Integrity en Neuquén

+ técnico: “Soy ingeniero químico y en la facultad no había visto la parte de exploración y desarrollo; algo que sabía de oído. Así que fue bastante nuevo aprender eso. Son conceptos que escuchás todo el tiempo y conocerlos te da herramientas para participar en las decisiones, porque en el campo se habla mucho con lenguaje técnico”.

+ social: “Sumó mucho compartir con otras personas, que te comenten qué hacen, porque eso te hace dar cuenta de cómo funciona la empresa. Conocer gente nueva lúcida está siempre bien, pero en la TUIC forjás vínculos que siento que van a ser a largo plazo. Por ejemplo, ya sé con quién hablar de compras, si alguna vez lo necesito”.

+ POV: “La experiencia fue buenísima. Porque en la parte técnica tenía personas exclusivamente dedicadas a enseñarnos, con experiencia y generosas al compartir sus consejos. Y la oportunidad de encontrarme con los chicos, es linda esa conexión. Todos estaban en la misma y conocer de primera mano cómo cada uno afronta los problemas diarios me ayudó un montón”.

Campamento en acción. El grupo participó de actividades recreativas además de formativas. -

Ámbar Farinango Quezada, JP pool, área Ingeniería y Facilities en Quito, Ecuador

+ técnico: “En Ecuador, en Ingeniería en Petróleo solo nos enseñan yacimientos convencionales, así que pude aprender mucho del no convencional, donde hoy está concentrado el negocio, lo que me brinda la posibilidad de salir de Ecuador para una rotación. Me gustó la visita al campo, conocer el campamento, las plantas de tratamiento. La gente de Reservorios nos llevó al campo directamente con pizarrones para explicarnos”.

+ social: “Para mí también fue un impacto cultural diferente. La comida es muy buena en Argentina, y aquí me he enterado que desayunan muy poquito, almuerzan igual, comen algo a la tarde para llegar a las 10 de la noche a comer muchísimo. Eso fue un desafío para mi rutina en Ecuador, que tiene un desayuno fuerte”.

+ POV: “Te fortalece en las habilidades técnicas, te enseñan qué hace Tecpetrol y, en esta idea de que los ingenieros somos un poco cerrados, podemos demostrar que tenemos habilidades sociales. Y también te desafía a ti mismo: me sacaron de mi zona de confort un mes, ya que no podía irme a mi casa el fin de semana. Me enseñaron que tenemos que asumir los desafíos, aunque no sea tu especialidad, porque siempre hay alguien dispuesto a explicarte, que no te van a dejar sola”.

Charla con directores. Una instancia que mostró el lado humano de construir una carrera. -

Nicolás Holoveski, HSE Analyst en Buenos Aires

+técnico: “Como ingeniero ambiental, estaba un poco más familiarizado con la parte de plantas, así que aprendí mucho más de exploración, perforación y reservorios, temas en los que en el día a día no llego al detalle. Algo que me llevo para mi trabajo actual es haber visto de cerca cómo trabajan las personas en perforación, una actividad que tiene riesgos asociados. Y al visitar diferentes entornos de trabajo en yacimiento, tenemos la oportunidad de darnos cuenta lo importante de conocer el contexto laboral de cada persona a la hora de entablar relaciones: desde un pedido puntual, hasta un requisito”.

+social: “Siento que hice amistades. Conocer gente siempre te abre la cabeza. Pero hay algo más: una de las competencias por las que nos evalúan en Tecpetrol es el profesionalismo, y uno podría esperarlo de la gente con más experiencia y un cargo, pero también encontré profesionalismo en los TUICers. En este grupo hay información, conocimiento y un sentido de pertenencia. Se siente como un viaje de egresados, nos llevamos el buzo y cada dos semanas nos juntamos a comer o en un after office y nos seguimos llamando TUICers aunque la TUIC ya terminó”.

+POV: “La charla con directores fue muy buena, salió para el lado humano y eso me sorprendió para bien. Porque somos jóvenes que buscamos hacernos un lugar en la empresa, y fue muy fructífero para plantearse este desafío frente a las oportunidades que van apareciendo: los viajes, las rotaciones, las decisiones complejas. Mi admiración para las personas que son referentes, expertos, y comparten lo que han ganado en estos años. Es una información súper valiosa”.

En Fortín de Piedra. La experiencia en campo impacta en todos. -

El gran simulador

Como trabajo final de la TUIC, cada año y en equipos los TUICers miden sus habilidades en el simulador. Son dos, uno para desarrollos convencionales y otro para no convencionales. En base a consignas específicas, los equipos van tomando decisiones que tienen que conducirlos a obtener un proyecto rentable y un beneficio económico.

Facundo y Ámbar participaron del mismo equipo. Ganaron la actividad por puntos.

Ámbar: “Tuvimos momentos de mucho estrés pero nos pusimos de acuerdo, distribuimos las tareas y todos aportamos desde nuestra formación: cada uno se fortalecía con las habilidades del otro. Y las decisiones las tomábamos entre todos. Nos pasó que en el primer intento nos dio mal, la segunda vez y observando las variables nos dimos cuenta que habíamos errado en las consignas. Nos había ido mal pero no tan mal”.

Trabajo final. Por equipos, tuvieron que desarrollar proyectos rentables a través de un simulador. -

En el momento clave, decidieron no usar las cartas que les habilitaban hacer preguntas a los expertos consultores y, en cambio, utilizarlas para obtener una ronda extra. Aumentaron la perforación y el tamaño de la planta y en una jugada de 10 minutos resultaron los ganadores.

Facundo: “En el proyecto no convencional, el simulador basado en Fortín de Piedra era progresivo, en el que tomabas decisiones que duraban dos años. Anduvimos bien, tuvimos un par de errores al considerar los pozos. En el tercer intento con correcciones nos dio un buen proyecto, que era para 30 años. "Teníamos 10 minutos y tuvimos una buena discusión para saber si cambiar algún parámetro para buscar un mejor resultado o dejar el proyecto con el último resultado obtenido. Finalmente, decidimos no cambiarlo”.

Experiencia Fortín de Piedra

La energía nos conecta