Maternar en compañía
Marcela y Marina comparten su experiencia con el programa de Maternity Coaching, una iniciativa diseñada para brindar apoyo y contención a mujeres durante el embarazo.
La agilidad emocional es la capacidad de las personas para navegar sus emociones de manera flexible y saludable, permitiéndoles adaptarse a situaciones difíciles sin quedarse atrapadas en lo negativo. En el caso de las mujeres embarazadas, es especialmente importante, ya que en este período experimentan numerosos cambios físicos y psicológicos que marcan un punto de inflexión en sus vidas. Aprender a reconocer y transitar estas emociones, así como formar una red de contención que ayude a gestionar los tiempos y las responsabilidades, se vuelve indispensable para encontrar un balance entre lo personal, lo familiar y lo laboral.
Esta es una de las herramientas que se ejercitan en el programa de Maternity Coaching, que surgió en 2017 con la necesidad de brindar acompañamiento a las mujeres durante la maternidad, de la mano de Sabrina Díaz Ibarra, coach organizacional y experta en coaching de género.
“Tenemos un gran mantra: ninguna madre puede volver a trabajar sin su equipo de apoyo. Las demandas que tenemos las mujeres después de la llegada del bebé superan cualquier proyección que podamos hacer antes, por eso es estratégico contar con un espacio, que puede ser un grupo, una institución o este taller, para aprender a poner nuestras capacidades al servicio de una nueva organización familiar sin que eso perjudique nuestras carreras”, señala Sabrina.
“Usamos una plataforma de e-learning, donde las mujeres tienen una serie de contenidos asincrónicos que pueden aprender de manera flexible y personalizada, y otra etapa de workshops sincrónicos donde ejercitamos esas herramientas. Tratamos aspectos de la planificación estratégica y la delegación antes del parto, trabajamos para fortalecer su base de confianza y seguridad para que puedan enfrentar los desafíos que implica la conciliación de roles, y nos enfocamos en la vuelta al trabajo”, describe.
Marcela Porta, Financial Structure & Funding Expert, comparte su experiencia: “Soy madre primeriza, es todo nuevo para mí. Por eso lo tomé como una oportunidad de acompañamiento, y fue excelente. En el grupo de madres que se armó, cada una tenía embarazos en diferentes meses, y cada una iba contando su proceso. Era un espacio para frenar y pensar lo que la otra decía, apoyarnos entre todas”.
Marcela también recuerda cómo fue la reincorporación a sus tareas, y cómo la ayudó en ese sentido el programa de Maternity Coaching: “Sufrí antes de volver, me costaba hacerme la idea de estar lejos de mi hijo. Por suerte, me apasiona muchísimo lo que hago, y cuando empecé a retomar tareas, esa reconexión con mi profesión, me hizo bien. Creí que me iba a costar más, pero logré ese balance más rápido de lo que esperaba”.
Marina Cartasegna, Facilites Specialist, destaca: “Me encontré con otras mujeres que quizá solamente conocía de vista, pero al intercambiar unas pocas palabras me di cuenta que compartía un montón de inquietudes. Contar con un espacio para descargar esas emociones y transitar esos momentos difíciles es un alivio muy grande. También me ayudó a evaluar los nuevos roles que iba a tener en mi día a día y a buscar redes de apoyo que me permitan hacer tiempo para mí, lo que a su vez me permite volver bien enfocada a mis tareas”.
Por último, Sabrina habla de la buena recepción que tiene el programa: “Usamos métricas de uso para medir cuánto tiempo las madres entran a la plataforma, qué tipo de actividades completan, incluso si piden una extensión del mismo una vez terminada la licencia por maternidad. Esos datos se lo presentamos recientemente al equipo de Recursos Humanos y el resultado fue muy satisfactorio. Tenemos la convicción de que este es un camino para ofrecerles más autonomía y flexibilidad, que son de las cosas que más valoran”.