En el yacimiento El Tordillo, en Comodoro Rivadavia, Argentina, están probando la realidad aumentada para identificar cañerías en el terreno. 

Empezó con una necesidad puntual. Sebastián Bigliardo, Plants & Integrity Manager en El Tordillo y encargado del proyecto de actualización del GIS (Sistema de Información Geográfica), introduce: “El sistema nos mostraba la base de datos de ductos sobre una imagen satelital del yacimiento”.

Acá es donde encontró la dificultad: “La actualización de esas cañerías consiste por un lado en sumar los tramos nuevos a la base de datos y por el otro actualizar la precisión de las ubicaciones, que ahora es submétrica, es decir que tiene una precisión de centímetros. Pero el GIS es una base de datos que está en las computadoras: vos estás en el escritorio y en el campo se juega otro partido”. Su duda era cómo trasladar esa precisión de centímetros al mundo físico de una forma más dinámica: “Pensaba que deberíamos tener la base GIS en el campo pero de alguna forma innovadora”.

Investigando en el mercado “Sebastián había identificado que no había una solución que se esté aplicando en el país pero la compañía Trimble contaba con una tecnología llamada SiteVision que a simple vista aplicaba como una posible solución”.

Llamó al sector IT (Information Technology). Se puso en contacto con Pablo Fichera, IT Digital Innovation Manager, e Ignacio Laurito, IT Digital Innovation Jr. Analyst. Evaluamos otras alternativas, comparamos las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Nos pareció que SiteVision tenía una ventaja competitiva sobre el resto, principalmente por su tamaño y facilidad de uso”, describe Pablo el sistema que sobreimprime las cañerías al terreno en la pantalla del celular: “Ahí afuera, se puede ver en todo momento por dónde transcurre el trazado”.

¿De qué se trata? “De una antena y un software para integrar la base de datos de GIS y poder visualizarla en el campo con realidad aumentada, con la que podríamos identificar por dónde pasan las trazas de los ductos apuntando con la antena y un celular”. Una vez superado el primer desafío que fue la gestión para su importación comenzaba el siguiente: hacerla funcionar.

Ignacio toma la palabra: “Viajé a El Tordillo para poner el sistema a punto. La antena lleva acoplado un celular, así que subimos los datos GIS a la plataforma y luego calibramos y analizamos las funciones óptimas para poder visualizar la información a través de la cámara del teléfono. Se presentaron algunos desafíos por la disponibilidad de los satélites pero finalmente las pruebas salieron bien”.

En modo piloto pero sucediendo, sonríe Sebastián. Ese dispositivo antena que un operario lleva en la mano se conecta al sistema que está corriendo el GIS, que baja esa base de datos al teléfono: “Dicho simple, la realidad aumentada muestra las cañerías sobre el terreno con precisión submétrica: lo podemos ver claramente en la pantalla. Queremos usarla para hacer más eficientes las operaciones en campo”.

Avances firmes. Ignacio desarrolla: “El sistema sobreimprime en dos y tres dimensiones. Hasta que tengamos perfectamente seteada su función 3D, lo utilizamos en 2D porque su nivel de precisión es de todos modos muy alto. Esta fase de prueba piloto es inspiradora ya que es cuando empezamos a darle uso y a definir prácticas operativas. El primer ensayo está superado y ahora vamos al campo a aplicarlo día a día, a ajustar detalles”.

Porque la idea, como todo en Tecpetrol, es que su aplicación crezca: “Algo común en los proyectos de innovación es trabajar para alcanzar un producto mínimo viable. Si funciona, como en este caso, puede servir para ser utilizado en otras áreas u operaciones”, sonríe Pablo. Ya hay contactos con otros sectores. Con un poco de suerte y mucho trabajo, la realidad aumentada será una herramienta más que pasará a ser parte de las operaciones”.