Una patrulla 4.0
En la Central Eléctrica Pesquería (CEP) implementamos un dron autónomo con base de carga remota y operación a distancia. El proyecto apunta a mejorar la seguridad, eficiencia y capacidad de respuesta ante posibles fallas en la línea de transmisión.
Una línea de transmisión de 75 kilómetros recorre la zona industrial de Monterrey, en México, y abastece a la Central Eléctrica Pesquería. Es un activo crítico: cualquier falla puede traducirse en pérdida de producción, impacto económico y riesgo operativo. Para monitorear ese tendido con mayor eficiencia y menor exposición del personal, el equipo de IT en Argentina e Ingeniería de Mantenimiento en México implementó un sistema que hasta hace poco parecía ciencia ficción: un dron autónomo, con base de carga remota, capaz de inspeccionar en detalle la infraestructura y enviar imágenes en tiempo real… sin que nadie deba desplazarse al sitio.
“Buscábamos una solución que aportara valor a nivel seguridad, costos y eficiencia. Dimos con tecnología autónoma que permite realizar vuelos programados con inspecciones automatizadas, sin la necesidad de tener una persona en el lugar”, explica Javier Nickels, IT Digital Innovation Expert. El modelo elegido fue el DJI Dock 2, un sistema con base tipo hangar que protege, carga y prepara al dron para despegar en forma automática, evaluando las condiciones meteorológicas antes de cada misión.
El DJI Dock 2 en acción.-
La base cuenta con conexión a internet, sensores, cámara y una pequeña estación climática. Toda la operación se gestiona desde una plataforma remota que puede ser visualizada incluso desde Buenos Aires. El dron está equipado con una cámara termográfica que permite detectar anomalías térmicas en componentes de la línea de transmisión.
Además de anticiparse a posibles fallas, la nueva herramienta reduce riesgos para el personal operativo. “Antes teníamos que trasladar gente al sitio y hacer recorridas manuales. Hoy podemos monitorear a distancia y actuar con más precisión. Eso nos permite planificar mejor las intervenciones y disminuir la exposición”, detalla Jorge Mendoza, Maintenance Engineering Engineer.
El desarrollo comenzó como una prueba de concepto, aplicada a un tramo específico de la línea. El objetivo ahora es escalar el sistema: incorporar nuevas bases a lo largo del recorrido y migrar a una versión más avanzada, el DJI Dock 3, con mayor capacidad operativa y mejor cobertura de señal. “La idea es que si hay un incidente en el kilómetro 70, se pueda enviar el dron directamente desde la base más cercana con solo hacer clic en el mapa”, agrega Javier.
Sergio Savka, IT Enterprise Architect Expert, aporta una mirada técnica clave: “Hoy los drones se usan en la industria, pero alguien tiene que ir al lugar, desplegarlo y manejarlo manualmente. Este es uno de los primeros modelos autónomos que implementamos en Tecpetrol, y cambia radicalmente la forma de operar”.
El proceso no estuvo exento de desafíos. “Entre que hicimos la compra y el equipo llegó, ya había salido una versión nueva. Pero eso también es parte del modelo de innovación: probar, aprender, medir resultados y decidir si escalar”, apunta Nickels.
El equipo detrás del proyecto en México, listo para el próximo vuelo.-
Para Jorge Ilarios, Maintenance Engineering Coordinator, esta herramienta representa una mejora sustancial en confiabilidad. “Esto nos permite ver con más precisión y frecuencia, sobre todo en tramos críticos”, destaca. Incluso imaginan escenarios futuros en los que el dron pueda actuar de forma inmediata ante situaciones extremas. “Por las altas temperaturas de la región en verano, y en combinación con fuertes vientos, hace unos meses se produjeron más de 200 incendios en Monterrey, varios cerca de nuestra línea. Situaciones como estas ponen en evidencia el valor de contar con una herramienta de este tipo, que nos permitiría actuar con inmediatez.
Hoy, mientras se proyecta su expansión, el dron autónomo ya dejó claro que no solo vuela: redefine el alcance de la logística, la inspección y la toma de decisiones en una operación crítica.