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“Me llena de orgullo transmitir el amor, el empeño por el trabajo”

El geólogo Paolo Alliata di Montereale, un inmigrante italiano con más de 30 años de trabajo en Tecpetrol, repasa los momentos y los valores que lo convirtieron en un Maestro del trabajo, con medalla y diploma.

“Esfuerzo es nunca darse por vencido, siempre ir para adelante. Y cuanto más podés lograr con tus recursos, más preparado vas a estar para encarar otro tema”. Así resume Paolo Alliata di Montereale los valores que rigieron su trayectoria de más de 25 años en Tecpetrol. Geólogo nacido en Roma, Paolo vivió en la capital italiana hasta graduarse en la prestigiosa Universidad de la Sapienza.

“Por mi profesión, sabía que tenía que tomar una decisión”, relata en conversación con Tecpetrol Hoy. Alaska, el Mar del Norte, Arabia Saudita y Nigeria estaban entre sus posibles destinos cuando eligió la Argentina. “Me parecía más cercana la cultura, el idioma, la gente, la comida”, recuerda. Ya conocía al Grupo Techint en Italia y también había visitado la Argentina: en 1988 estuvo en el Golfo San Jorge para hacer su tesis de licenciatura vinculada a hidrocarburos.

En el terreno, junto a afloramientos de roca madre.Neuquén, 1995.

Hoy trabaja como Quality Materials Sr Manager en la Dirección de Calidad, un área inaugurada en 2022, bajo la dirección de Raúl Tuvío. Pero su recorrido comienza un día gélido de agosto de 1991, un feriado, cuando aterrizó en Buenos Aires. Trabajó primero en el sector de Exploración, luego en Planeamiento y Finanzas, más tarde en la Gerencia Comercial, salió de Tecpetrol para hacer una experiencia en el Tenaris Energy Team y volvió para vivir desde adentro el despegue de Fortín de Piedra en Neuquén, donde pasó casi cinco años.

Lecciones aprendidas

“Cuando pienso hacia atrás destaco poder llegar a la conclusión de que la rotación interna fue muy significativa para mi carrera, que siendo yo muy inquieto eso podía enriquecer mi cultura empresarial”, reflexiona. “Incluso la decisión de salir a Tenaris, siempre en pos de conocer más, ampliar los horizontes, para estar más preparado para el futuro”.

Dentro de los momentos más desafiantes afloran en la memoria la crisis del 2001, pero antes la crisis de la energía del 97, que se repitió en 2015, cuando un problema con subsidios desembocó en una intensa reestructuración. “Pero para mí el gran cambio fue la decisión de ir a vivir con mi esposa y mi hijo de 4 años, a Neuquén en 2017, cuando se empezó a desarrollar Vaca Muerta con mucha actividad”, recuerda. Aunque la vida familiar representó la parte más difícil: “Mi esposa es arquitecta, viajaba todas las semanas hasta que en la pandemia no pudo viajar más”, agrega. A pesar de extrañar mucho a su hijo menor, no abandonó su desarrollo profesional.

El balance final, sin embargo, fue positivo: al regresar a Buenos Aires fue promovido, al igual que su esposa. “Temas personales me marcaron mucho y me fortalecieron, porque comprendí que te dan las herramientas y los recursos para reaccionar. Ahí va el real mérito, el reconocimiento al trabajo, para crecer uno mismo: es win-win”, admite.

El trabajo en equipo también fue determinante. “Los colegas de Neuquén también fueron muy importantes, a nivel empresa ahí se ve la calidad humana: vamos todos para adelante”, recuerda. “Tuvimos épocas y complicaciones e hicimos un buen grupo, con buenas relaciones entre todos; eso que llaman team building: ayudar a unir y hacer que funcione la ley de la atracción”.

Estrella al mérito

Quizás porque desde el artículo 1 de la Constitución describe a Italia como una República fundada en el trabajo, cada año el gobierno entrega la condecoración Stella al Merito del Lavoro, Maestro del lavoro a quienes representan este valor, tanto en su territorio como en el extranjero. Este 2023, en que se cumplen cien años que se entrega este reconocimiento, Paolo Alliata di Montereale recibirá su medalla y diploma de manos del embajador de Italia en la Argentina, en un acto que se realizará en noviembre en el Teatro Coliseo.

Paolo será el único este año en el país. Su candidatura, presentada por la Scuola Cristóforo Colombo –donde asistieron sus dos hijos mayores–, cumplía con los tres requisitos básicos: ser italianos, tener al menos 50 años, y haber tenido una relación laboral ininterrumpida con sociedades vinculadas con Italia por 25 años. Pero su vida dedicada al trabajo para la comunidad italiana, primero en la comisión directiva del colegio y desde octubre lo hará como vicecónsul honorario en su barrio, San Isidro, aportaron a este reconocimiento.  

“Es el mensaje que se da a las nuevas generaciones: la independencia, tener una propia posición delante de tus hijos, son los valores que perduran”, refuerza Paolo. “Mis hijos me dicen: papá vos estás loco trabajando 31 años en un mismo lugar” – reconoce, satisfecho. “Yo sé que hoy es un concepto totalmente diferente, pero me llena de orgullo haber tenido una continuidad laboral en el mismo grupo y que sí pude transmitirles el amor, el empeño por el trabajo”.

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