El colombiano Kevin Hernández y la ecuatoriana Jennifer Regalado cuentan sus impresiones del viaje a las Jornadas sectoriales de Tecpetrol, que reunieron en Buenos Aires a quienes trabajan en el mismo sector en distintas operaciones.

Ponerle rostro a los colegas de otros países, intercambiar experiencias sobre buenas prácticas y conversar sobre proyectos en marcha. Más allá de sus objetivos centrales, las jornadas sectoriales que reunieron en Buenos Aires a los equipos por áreas de forma transversal significaron para muchos de sus participantes una chance de viajar, conocer otras culturas y ampliar su mirada del mundo.

Fue el caso de Kevin Hernández, IT Analyst en Colombia, quien como parte del grupo de sistemas se unió al contingente de la región norte –con los que llegaban de México y Ecuador– para emprender el viaje de seis horas y media hasta la capital argentina. “Aunque habíamos tenido comunicación porque formamos un equipo en Sistemas, nos conocimos en la escala”, cuenta Kevin. “Y desde entonces ya saben que podemos ayudar cuando requieren apoyo de México, por ejemplo: ya hubo un face to face”.

Bonita, innovadora y moderna por sus edificios, la ciudad apareció ante los ojos de Kevin, de 27 años, equipada con buena infraestructura vial y también parecida a Europa. Desde el obelisco, junto al equipo de la región norte caminaron por las calles del centro hasta llegar al estadio de Boca Juniors. Aunque apoya al equipo colombiano Millonarios, se llevó recuerdos con los colores del popular club local y el paseo se selló con un típico asado en el barrio. “Fue de las mejores cosas que he comido”, asegura.

A Kevin el viaje le llegó al poco tiempo de ingresar en Tecpetrol. “Cuando me comentaron del viaje no lo creía”, dice. Viajó junto al líder del equipo de Sistemas y en Buenos Aires conoció a la directora del área. “Me comentó de su historia, de cómo llegó desde un pueblito cercano”. La experiencia le aportó, además, una visión más amplia de la compañía. “Me pareció chévere reunir a todo el personal de Tecpetrol, y me dio curiosidad de conocer Neuquén”.

Un cambio de energía

Súper emocionante. Así describe Jennifer Regalado, del sector de Recursos Humanos de Ecuador, la chance de viajar a las Jornadas sectoriales.“Me emocionaba conocer a otras personas del sector en el que trabajo de otras regiones y también la Argentina, por la cultura que tiene”, cuenta la profesional residente en Quito.  

Como Kevin, Jennifer tenía poco tiempo en la compañía. “Estaba bastante nueva y es muy rico poder tener una cercanía con la gente que solo conocía por correo electrónico; eso de ponerle rostro y personalidad fue un plus positivo: te cambia la energía”, cuenta Jennifer, de 29 años, a la vez que destacó la agenda de las jornadas en las cuales las distintas regiones intercambiaron conocimientos y buenas prácticas. “Saber que hay gente que hace lo mismo que tú, y conocer la mejor forma de hacerlo es un gran aprendizaje”.

El viaje en verano le dio una atmósfera especial a la ciudad, que encontró bonita, gigante y con mucho movimiento. “Nuestro hotel estaba cerca de las oficinas y por eso íbamos caminando, lo que nos dio la oportunidad de conocer más: y me llamó la atención que son mucho más relajados en la forma de vestirse, de caminar,no van tan apresurados”, según registró.

A la hora de los paseos, Jennifer siguió con atención las recomendaciones de sus compañeros de Argentina. Las monumentos en las calles de Palermo, las cabañas de Puerto Madero y la energía única que respiró en el festival Lollapalooza, para el que tenía tickets desde Quito.  

Ambos coincidieron en señalar el ritual del mate. Acostumbrado a su tinto, como le llaman en Colombia al café sin azúcar, Kevin probó el mate después de ver a las personas de un lado a otro con sus termos con agua “muy caliente”. “Al lado mío había un hombre, decía yo se va a quemar, ¡porque salía humo!”, coincide Jennifer. De los eventos sociales, destaca el momento musical en que programaron una canción de cada país –de las más tradicionales a Karol G–, y todos bailaron y cantaron emocionados. Kevin disfrutó del juego de bolos, junto a todos los compañeros. 

Y también en que lo principal fue hacer un encuentro más cercano. “Conocer a la gente con la que cada uno trabaja todos los días ayuda a entender quién está detrás del monitor”.