En Pesquería, México, un grupo de colaboradores realizó una actividad fuera de lo común: cocinar sus propias hamburguesas. ¿El resultado? Sinergia, aprendizajes y sabores.

La invitación bien lo valía: una competencia para asar hamburguesas al aire libre. Mejor plan no debe existir. El encuentro, cuyo nombre es Burger Master y estuvo organizado por Aliados de RRHH, convocó a dieciocho integrantes del equipo de Pesquería, en México.

¿El objetivo? Generar y fortalecer vínculos entre los participantes, empoderar el trabajo en equipo, estimular habilidades blandas como liderazgo, comunicación, toma de decisiones, inteligencia emocional y manejo de conflictos. Burger Master se dividió en etapas que emularon una clásica jornada laboral: desarrollo de tareas, superación de dificultades, reacción ante imprevistos y, finalmente, presentación del producto, es decir las hamburguesas, a los jueces que evaluarían y elegirían un plato ganador.

“Éramos tres equipos de seis personas. Todos de Monterrey, combinados entre las oficinas de San Nicolás y la planta en Pesquería. Tuvimos una actividad de integración y luego un rally de actividades: para preparar la hamburguesa primero tuvimos que participar de juegos y retos que nos sumaban puntos para acceder al mercado y así elegir los ingredientes”, explica Karla Martínez, Commercial Specialist.

Al principio se presentaron, se integraron y detectaron gustos en común pero, sobre todo, se conocieron. Ahí estuvo la verdadera riqueza del encuentro: poner cara a cara en el mismo lugar y con el mismo objetivo a colaboradores que trabajan juntos pero que no se habían visto antes.

Karla comandó la parrilla en su equipo, que se repartió roles: “A muchos recién los conocía, con algunos había hablado, pero ahí estábamos todos juntos, en un ámbito distinto. Nos dieron sesenta minutos para hacer la hamburguesa al carbón y preparar el plato. Teníamos pan, carne, especias, verduras, picante”. A la media hora les entregaron cajas sorpresa: un ingrediente secreto que tenían que incorporar y que los obligó a repensar sus estrategias: “El nuestro fue camote, a otro equipo piña y al tercero le tocó champiñones”.

Edgar Cobos, Health, Security & Environment Sr. Supervisor, se sintió parte de una cocina pero también de algo más grande: “Participar en Burger Master me dejó un gran sabor de boca y una enseñanza sobre la persistencia, el trabajo en equipo y la confianza: todos desconocíamos la destreza de cada uno de los integrantes, por lo que de manera inconsciente se creó una atmósfera de confianza mutua donde dimos nuestro mayor esfuerzo para alcanzar el mejor resultado posible”.

“Durante la actividad se promovió un ambiente de trabajo jovial y de camaradería en el que no existieron categorías, títulos ni puestos: el grupo trabajó como un verdadero equipo respetando los comentarios y aporte de cada uno de los integrantes y gracias a ello obtuvimos grandes resultados”, suma Gustavo García, Maintenance Engineering Aux. Technician.

“Más allá del puesto (salimos segundos) la receta y la comida, que nos encantó, rescatamos este tipo de actividades porque ayudan a que nos conozcamos mejor y a que descubramos que tenemos mucho en común. Al final la única forma de hacer las cosas es trabajar juntos. El aporte de cada uno fue fundamental”, sintetiza Karla, parrillera por una jornada, pero integrante todos los días de un gran equipo.