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“Si sabemos administrar la diversidad, sólo pueden salir cosas buenas”

Al frente de un equipo diverso, Alejandro Cibilich, ingeniero de 38 años y padre de dos niñas, aplica su formación técnica para lograr cambios que conducen a mejorar los procesos.

Un tridente de ingenieros. Así habla del equipo que forma junto a su madre (química) y su hermana (industrial) cada vez que se juntan a comer en familia. Dentro y fuera de la oficina, el hacer con otros es su marca. Antes de terminar sus estudios, Alejandro Cibilich, Supply Chain Planning & Projects Sr Manager, ya había trabajado en grandes empresas en posiciones de logística y sistemas de gestión, y también había atravesado el proceso de reclutamiento del Grupo Techint. Aunque pasaron varios años hasta que ingresó en 2009 a una Tecpetrol “que no era tan grande como es hoy”, dice en entrevista con Tecpetrol Hoy.

Su formación técnica que lo llevó al área de Supply Chain, fue adquiriendo un perfil específico, que es el núcleo de su carrera: la mejora de los procesos. Una tarea que se enriquece con su don de agrupar y conocer a las personas.    

Alejandro CibilichSupply Chain Planning & Projects Sr Manager.

Si tuvieras que decirlo en pocas palabras, ¿a qué te dedicas?

En lo formal, con mi equipo tratamos de mejorar la manera de trabajar de otros. Pero si pienso de qué trabajo, hoy estoy enfocado en alinear los intereses involucrados y lograr consensos, porque son personas que tienen que estar convencidas y motivadas para hacer un cambio. Entender a mis clientes internos y jefes, entender las capacidades, gustos y necesidades de mi equipo, definir con ellos estrategias y prioridades, revisar resultados y coachearlos para la exposición a clientes internos. Podemos armar una solución divina pero si nadie la usa queda en un ejercicio mental de pizarrón.

¿Cuáles son los desafíos para Supply Chain en el contexto actual?

Estamos viendo la influencia de la inflación global, una reactivación post-pandemia que hace que algunos insumos escaseen, sumado al condimento de la guerra de Ucrania, que rompió muchas reglas de negocio. Además, en la Argentina está el problema de disponibilidad de divisas que hace que muchos proveedores no puedan entregar servicios o materiales. 

El delicado arte de liderar 

En relación a tu equipo, ¿cuál es tu estilo de liderazgo?

Creo que soy transparente y consistente. Intento invertir en la confianza, hacer lo que digo y decir lo que hago. Busco adaptarme al contexto y las personas involucradas: a veces soy jerárquico, otras más un profesor, o incluso un coach. Hoy son siete personas y compartimos mucho dentro y fuera de la oficina. Eso está buenísimo.

¿Cómo funciona compartir fuera de la oficina?

Está buenísimo para dentro del laburo. Conoces más a las personas, porque alguien que en el trabajo es súper acartonado, si lo sacas de contexto encontrás otras facetas que facilitan la comunicación. Podés entender cómo piensa cuando hablas de política, valores, cosas que en el trabajo a veces no da para armar un debate de dos horas. 

¿Cómo consideras el balance entre la capacidad y el compromiso?

No lo veo como una dicotomía. Los cambios los hacen las personas, para las personas. Y los cambios grandes o rápidos se hacen con un equipo consolidado. Por eso ocupo tiempo e interés en desarrollar las competencias, la confianza y la exposición de mi equipo. Trato de identificar las habilidades, los intereses de las personas, en qué puede mejorar cada uno y poner un nuevo objetivo a medida que va madurando profesionalmente.

Administrar la diversidad

En cuanto a la equidad, ¿notas que cambió algo en los últimos años en el trabajo?

Cuando entré, Tecpetrol era una compañía bastante más chica y pude ver un recambio generacional pero también una explosión en tamaño. Los perfiles de personas solían ser bastante similares, en sus visiones políticas, religiosas, sus formaciones de base, los clubes a los que iban. Con el crecimiento, ingresó una oleada nueva de gente claramente más diversa.

¿Y en cuanto a la diversidad de género observas más apertura? 

Sí, noto muchos avances. Hoy tenemos mujeres en niveles jerárquicos altos que antes no teníamos, en Recursos Humanos y Sistemas. Igualmente es un tema para seguir trabajando y monitoreando. Pero veo que hemos cambiado junto con la sociedad. También creo que la diversidad no se limita al tema de género. Hay que prestar atención a cómo va cambiando con las nuevas generaciones la manera de entender la vida y el trabajo…

Se dice que la diversidad fomenta la creatividad, ¿pudiste comprobarlo?

Sí, totalmente, si sabes manejar esa diversidad de manera constructiva. Si nos juntamos y todos opinan A, de ahí no va a salir otra cosa que A, pero si uno dice A y el otro B y el otro C, podemos llegar a D, que seguramente es mejor. Culturalmente en Tecpetrol administrar esa diversidad es un desafío, hay que practicarlo. De ahí sólo pueden salir cosas buenas.

En relación a la cultura de la empresa, ¿cómo te gustaría que sea la Tecpetrol de 2025?

Tenemos que poner más énfasis en lo que la gente joven busca, porque sino “los buenos”, los que tienen potencial, se van. En definitiva es un mercado laboral y tenemos que tener una oferta competitiva. Trabajar más sobre la flexibilidad, entender que ir a la oficina no es trabajar. Esos son los próximos desafíos que tenemos como empresa y decisiones que tenemos que tomar.

Alejandro Cibilich tiene 38 años, hace 14 que está en pareja y tiene dos niñas de 3 y 5 años. Además de liderar su equipo en Tecpetrol, es asiduo de numerosos y variados grupos de pertenencia: desde los compañeros del secundario y sus ex compañeros de una banda de rock progresivo a los actuales y excolaboradores de Tecpetrol que siguen juntándose a compartir asados.

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