Todas las operaciones de Tecpetrol participaron del Mes de la Limpieza, un conjunto de jornadas de recolección de residuos que llevaron adelante colaboradores voluntarios. Mira cómo trabajaron los equipos.

Cada año, para el World Clean up Day, que se celebra en septiembre, grupos de voluntarios se organizan en todo el mundo para limpiar residuos mal gestionados. La campaña comenzó en Estonia en 2008, cuando unas 50 mil personas vieron que los bellísimos paisajes de los que se enorgullecen estaban en peligro.    

Inspirados por esta campaña global, la idea prendió entre los colaboradores de Tecpetrol que organizaron jornadas de limpieza en algunas locaciones, para recolectar residuos mayormente acumulados a causa del viento, y atrapados en los cercos perimetrales y en la flora autóctona.

Este 2022 la iniciativa se hizo global e invitó a todas las operaciones a participar de El mes de la Limpieza. Organizados en equipos, recorrieron las inmediaciones de plantas, yacimientos y oficinas. Unidos por una consigna común, cada región adoptó su dinámica.

En Colombia, se recolectaron llantas usadas en las zonas aledañas al municipio de Puerto Gaitán que tuvieron, a través de la gestión de una asociación civil, una segunda vida para darle estabilidad a un curso de agua cercano. La misma campaña motivó la recolección de desechos electrónicos (computadoras e impresoras, entre otros) que fueron donados a una institución educativa.

Mientras que en Bogotá, en cada puesto de trabajo por una semana entera tuvo a su disposición bolsas especiales que eran una invitación al reciclaje de revistas y periódicos, papel de impresoras, bolsas de papel o plásticas, cartones, botellas plásticas, papeles de archivo, pilas, planos, telas y hasta muebles de oficina. Donaron el material a la Fundación SANAR para apoyar a niños que luchan contra el cáncer.

En el Bloque Misión mexicano, tanto el personal propio como los contratistas se sumaron a la campaña de limpieza en las cercanías del yacimiento, obteniendo 45 kilos de residuos. En Central Eléctrica Pesquería, se sumaron todos los colaboradores del área de Operaciones, el Almacén de gases para Mantenimiento Mecánico, el Almacén de Hidrógeno, el Almacén Temporal de Residuos Peligrosos, más personal externo. En tanto que en Quito los residuos fueron clasificados para el reciclaje. 

Cada una de las operaciones argentinas tomó decisiones en relación a las necesidades locales. En El Tordillo se procedió a diferenciar cartones, nylon y plásticos duros para el reciclaje, de los residuos contaminados que fueron a disposición final y los a granel que fueron a vertederos, además de un camión de chatarra, también para el reciclaje. En Neuquén destacó la participación: unos 39 participantes en Agua Salada, se sumaron a los 42 de Fortín de Piedra y los 28 de Los Bastos. En total recolectaron casi 50 metros cúbicos de desechos. Mientras que en Salta, sobre todo residuos plásticos fueron la consecuencias de una jornada intensa de trabajo, ganándole tiempo en las apretadas agendas.

La participación destacada en cada una de las áreas operativas mostró que la gestión de residuos es también una responsabilidad individual, y se logra con una cada vez más extendida cultura ambiental.