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Ricardo Markous celebra 45 años en Grupo Techint: “La energía me fascina porque mueve al mundo y siempre va a hacer falta”

En una entrevista con María José Radlak, ingeniera en petróleo de Tecpetrol, nuestro CEO comparte historias y aprendizajes de una carrera que pronto se vinculó a la energía. Una trayectoria marcada por la pasión, que ilumina el futuro.

Desde el inicio de su carrera, Ricardo Markous se sumó al Grupo Techint y de aquel paso en estos días se cumplen 45 años. El recorrido comenzó con proyectos desafiantes y exigencias que atravesó con entrega, siempre aprovechando las oportunidades que se le presentaron en cada contexto del país y América latina.

En una charla distendida y en profundidad, Markous habla de los momentos que lo marcaron, de las ideas que rigen su trabajo todos los días, y de los consejos que cree puede dar a las nuevas generaciones. A continuación, una edición de la entrevista con María José Radlak, Production Engineering Sr. Engineer en la Cuenca Neuquina.

Cuando estudiabas, ¿ya te imaginabas llegar a CEO?

Para nada. Estudié Ingeniería Civil en la UBA (Universidad de Buenos Aires) con orientación hidráulica, así que algo con energía tenía que ver, pero en realidad yo quería hacer diques porque me gusta la montaña. Por supuesto, ¡no hice un solo dique! Trabajé en el centro de energía oceánica del CONICET y en 1980 ingresé a Techint Ingeniería y Construcción en el área nuclear. En 1982, estudié en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y en 1987, cuando se termina el Plan Nuclear, el Grupo me envía a hacer un máster en Stanford. Regresé a principios de los 90, cuando se estaban haciendo grandes privatizaciones en Argentina. Una de ellas fue TGN, donde con otros socios ampliamos la red de gasoductos para abastecer al país y a los países limítrofes. En 1997 regresé al Grupo Techint, a un área llamada Tecgas, que operaba TGN y participaba en Litoral Gas. En 1999, Tecgas se fusionó con Tecpetrol. Unos 20 años después, cuando ya estaba pensando en mi retiro, me proponen ser CEO. A veces el camino te sorprende y puede resultar en grandes oportunidades.

Junto al presidente Alejandro Toledo, en la inauguración del proyecto Camisea, que transformó la matriz energética de Perú.-

Desde tu inicio en Tecpetrol, ¿qué te resultó más desafiante?

Estuve a cargo de Camisea, un proyecto emblemático que fue de lo más divertido que hice en el Grupo. Construimos un gasoducto que cambió Perú, porque no tenía gas y accedió a una matriz más sostenible. Fueron dos ductos que atraviesan la selva, llegan a 4800 metros de altura y bajan hacia el mar: un proyecto complejo. Tuvimos 6.000 personas trabajando y problemas de roturas que debimos afrontar en la prensa nacional. Ese episodio me enseñó sobre la exposición: que podemos tener un perfil bajo pero cuando es preciso hay que hacerse cargo y explicar lo que hacemos de manera transparente. Finalmente se vendió, aunque yo no estaba de acuerdo, lo que me enseñó que en las empresas es así, y también que cuando una puerta se cierra se abre otra. Porque, gracias a la venta de Camisea, pudimos desarrollar Fortín de Piedra, otro proyecto extraordinario.

¿Y qué diferencias y similitudes ves entre la Tecpetrol actual y la de tu ingreso?

Sigue siendo una compañía de puertas abiertas, comunicativa. Con otras dimensiones, un rol internacional y que ha sumado el tema de la transición energética. Siempre les digo a las personas jóvenes que en Tecpetrol van a poder trabajar en petróleo y gas, pero en el futuro también en otras fuentes de energía. Es una Tecpetrol más compleja, orientada bastante ahora al no convencional, que debe aprovechar los recursos extraordinarios de la Argentina. Y también creo que hemos trabajado mucho y bien la diversidad, hoy ingresan casi igual cantidad de hombres y mujeres en la empresa.

Pasión por la montaña. A fines de los 90 en la aguja Frey, Cerro Catedral, en la cordillera patagónica.-

¿Cómo ves la tecnología en esta evolución?

Es una herramienta excepcional que se está aplicando en todos los sectores, tanto la sala remota de operación (Real Time Operation Center) como las aplicaciones de inteligencia artificial para mejorar la productividad. Debido a los costos, el precio volátil del petróleo y la competencia en el mercado de gas, hoy tenemos que ser una Tecpetrol eficiente. Somos una empresa profesional y con mucha gente joven. La veo muy bien, con un gran futuro.

Con responsabilidad en proyectos tan importantes, ¿cómo equilibrás eso con tu vida personal y familiar?

Tengo cuatro hijos, siete nietos y el asado del domingo al mediodía es casi sagrado, para ver a todos. Estar bien espiritualmente, con la familia y los amigos, le infunde más energía al trabajo. Ahora me tomé veinte días de vacaciones para volver con más impulso para los proyectos que se vienen. Eso es importante, tanto el descanso como el deporte, porque te mantienen bien, sano y mejor predispuesto. De más joven me gustaba escalar, ahora con un grupo de amigos salimos a andar en bicicleta los fines de semana y eso también me mantiene activo.

Reunirse con la familia es un gran sostén para Ricardo.-

¿Y por qué tantos años en Tecpetrol? ¿Qué te llevó a seguir eligiendo y quedarte?

Si me decías cuando ingresé que 45 años más tarde iba a estar acá, te hubiera dicho que es una locura. Pero en cada momento encontré las motivaciones y sobre todo la pasión para estar en el trabajo. En TGN fue una época fascinante participar en la ampliación del sistema de transporte de gas, después llegó el proyecto Camisea, la Central Eléctrica Pesquería de México, después Fortín de Piedra. El tema de la energía me fascina porque mueve al mundo y siempre va a hacer falta.

¿Sentís que Tecpetrol siempre te presentó oportunidades?

Siempre, pero tenés que buscarlas. Al ser un Grupo diversificado, genera muchas herramientas y oportunidades; está en cada uno saber aprovecharlas.

Y hoy tu motivación podemos decir que está en Los Toldos II Este.

Claramente. Me gustaría verlo funcionar en 2027. Y ahora puedo aplicar todo lo que aprendí a proyectos como este, para que junto a la gente joven, entre todos, generemos la Tecpetrol de los 100.000 barriles de petróleo en Argentina, la que tiene presencia en América Latina. La verdad que vengo con ganas, me divierte lo que hago y lo que siempre les digo es eso, que vengan a divertirse.

¿Y qué otro consejo le darías a quienes están empezando?

Primero, que tienen que hacer lo que les gusta. En Vaca Muerta hay una oportunidad, pero tienen que poner pasión en lo que hacen. Que deben compartir el conocimiento porque de esa manera también reciben, así es trabajar en equipo. También levantar la mano y decir “me equivoqué”; de eso se aprende mucho. No tener miedo a cuestionar las cosas cuando les parece que podrían hacerse de otra manera. Y que se animen a dar un poco más, esa milla extra es la que nos permite crecer.

Markous: “Salir en bicicleta con amigos el fin de semana me mantiene activo”.-

¿Algo que no haya salido como esperabas?

A veces las decisiones difíciles tienen que ver con entender que una persona puede ser mejor para otro rol, pero también aceptar que a veces se pierde, como nos sucedió con algunas áreas que licitamos. Hay que reponerse y volver a empezar. Aprendimos mucho de los accidentes que tuvimos. Desde entonces reforzamos con nuestro personal y con los contratistas una cultura donde la seguridad se da desde el campo. Algo que nos dio resultado: hoy tenemos un índice de seguridad a nivel de empresas de primera línea entre las petroleras internacionales.

¿Qué le dirías a tu yo del primer día?

Que sea más paciente, que las cosas llegan. Que el esfuerzo da sus frutos. Que apueste al trabajo en equipo, a seguir siempre estudiando y trabajar con alegría en lugar de frustrarse. Que en la vida siempre hay muchas oportunidades. Lo mismo con el trabajo.

Experiencia Fortín de Piedra

La energía nos conecta