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Aprender, crecer y acelerar

Amante de las motos, los deportes de adrenalina y la comunicación, Luis Galarza repasa su recorrido desde sus inicios en Ecuador hasta su llegada a Los Toldos II Este, un desafío que siente que impulsa su crecimiento.

En Luis Galarza, Safety & Health Coordinator, conviven dos mundos. El ingeniero industrial especialista en seguridad y salud ocupacional que se mueve con naturalidad entre protocolos y auditorías, por un lado, y el creador inquieto que produce podcasts, filma cual influencer sus recorridos en moto y busca nuevas formas de compartir lo aprendido.

A los 35 años, tras haber pasado por oficina y campo en distintas geografías, llegó a Neuquén con la idea de aprovechar cada oportunidad para aportar junto a su equipo.

Especialista en seguridad, hoy trabaja en el proyecto Los Toldos II Este. -

¿Cómo nació tu pasión por las motos?

Siempre me atrajeron los deportes extremos: salté en paracaídas y practiqué buceo. Es algo común para los que trabajamos en seguridad. Además fui bombero y muchas emergencias me marcaron. Al terminar el colegio, empecé con el enduro, pude comprarme mi primera moto con la que gané trofeos. A partir de fracturas y accidentes, conocí mis límites y que era momento de enfocarme en el trabajo. Entonces me pasé a las motos de ruta.

¿Y cómo te vinculaste con la comunicación?

Soy miembro de LADS (Latin American Drilling Safety), una asociación de seguridad en perforación, y ahí surgió la idea de hacer podcasts sobre el tema, siempre en nombre de Tecpetrol. Aprendí de edición en YouTube y armé un pequeño estudio donde grabamos los episodios, incluso un programa de TV en Ecuador. Allí también produzco los videos de mis viajes en moto, algo que disfruto mucho desde la planificación. Ahora organizo uno desde Quito hasta Ushuaia.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en la compañía?

En 2011, me presenté a una pasantía a partir de un aviso en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) de Ecuador y pasé las pruebas. Desde el primer momento sentí que era un lugar distinto, con un aire especial. Después de mis prácticas me ofrecieron quedarme y ya llevó más de 14 años en Tecpetrol.

¿Y los desafíos de tus inicios?

Sin dudas mi primer turno de campo. Tenía 22 años y de la oficina me enviaron a Bermejo, donde no conocía a nadie y, por una confusión, me alojaron con los contratistas en habitaciones compartidas. Fue un shock estar 12 horas encerrado, pero esa capacidad de adaptarme en poco tiempo me permitió destacar.

El ingeniero asegura que su capacidad de adaptación le permitió destacar. -

En la pandemia también te tocó un reto enorme. ¿Cómo fue esa experiencia?

Un domingo me llamaron: “Todo el mundo sale del bloque y entrás tú, con un médico y otra persona para poner todo en modo seguro”. Fueron 33 días de turno hasta poder implementar la protección de las personas ante Covid. Usábamos trajes, respiradores, comíamos en las habitaciones, como en una película de ciencia ficción y nunca me contagie en la pandemia.

Como nadie sabía nada del virus y no teníamos vacunas, fue un espacio para crear e implementar soluciones nuevas. Teníamos varios frentes de trabajo, como torres de well services y construcciones de facilidades y la única misión era evitar el contagio de los trabajadores y tener la posibilidad de continuidad del negocio. Todo lo que hacíamos era nuevo, innovamos y aplicamos nuevas medidas que hoy sabemos que fueron efectivas. Fue un reto desde la parte operativa y administrativa, pero aprendimos mucho de salud.

Después llegó la rotación en Neuquén. ¿Cómo fue ese proceso?

Siempre creí que internacionalizarse te da otra perspectiva y habilidades nuevas. Estuve a punto de irme a otro destino y no se dio por la pandemia. Una situación que me bajoneó y me motivó a la vez, porque supe que estaba en el radar. Así que no dudé cuando llegó la oportunidad de Neuquén, donde había estado solo por cursos. Hoy estoy adaptado, contento y convencido de que fue una gran decisión.

¿Qué representa Los Toldos II Este para Tecpetrol y para vos?

Este proyecto está en el centro de todas las miradas, por la dimensión y la inversión. Y si estás en Los Toldos II Este, estás bajo la lupa, por eso es un gran reto y una oportunidad enorme. En unos años voy a poder decir “yo estuve cuando no había nada” y conocer cada detalle de cómo se levantó. Ese conocimiento te posiciona distinto y abre puertas dentro y fuera de Tecpetrol.

Amante de los deportes extremos, se entrenó en rescate en alturas.-

¿Cómo fue tu experiencia con el feedback durante tu carrera? ¿Cómo los viviste?

Admiro cómo en la Argentina separan lo laboral de lo personal: puedes tener un cruce fuerte en una reunión y después compartir un mate sin problema. Eso no pasa en todas partes.

Tuve feedbacks que me desmotivaron también, pero comprendí que la carrera es cíclica: a veces estás arriba, otras abajo. Lo importante es mantener la humildad en los momentos buenos y la fortaleza en los difíciles, porque siempre vas a necesitar a la misma gente.

En lo técnico siempre recibí buenas devoluciones, aunque con aspectos a mejorar: cómo comunicarme, resolver conflictos sin ser tan directo e integrarme al equipo. Al principio quería brillar solo, lo típico de alguien joven.

¿Cómo te llevás con la inteligencia artificial? ¿La usas en el trabajo?

Antes la usaba para cosas básicas como si fuera Google, pero hoy me sirve de apoyo para consultar normativas, preparar presentaciones y correos. También me ayudó a adaptarme culturalmente, a ajustar el tono con expresiones que en Ecuador y Argentina se entienden distinto.

Con tu experiencia, ¿sentís que hay una esencia transversal en Tecpetrol más allá de las diferencias culturales?

Sí, el carisma y la forma en que Tecpetrol te acoge es igual en Colombia, Ecuador y Argentina. Siempre encontré compañeros que te invitan a un asado, a un partido de padel. Y eso habla de una cultura que fomenta la integración, incluso con quienes son más tímidos.

Divulgador. Realiza un podcast sobre seguridad y aprendió a editar videos de sus travesías en moto.-

¿Y qué oportunidad de mejora ves en Tecpetrol?

El onboarding, que en mi caso fue muy corto, casi simbólico y no terminaba de saber dónde estaba parado. Entiendo los costos, pero hacer una adaptación más robusta, más clara, que ayude a la gente que ingresa es una oportunidad de mejora.

¿Qué habilidades deberían tener los jóvenes de hoy para trabajar en Tecpetrol?

Lo primero es la sencillez. Organicé archivos, hice copias, lo que hiciera falta cuando ingresé. Hoy un trainee piensa “yo ya soy ingeniero, no voy a hacer eso”, cuando en esas tareas también se aprende orden, disciplina y detalles que en la universidad no te enseñan.

Luego deben ponerse la camiseta. Entrar en Tecpetrol es como pasar de las inferiores a Real Madrid o Barcelona: una oportunidad enorme que hay que asumir con compromiso, aunque estés poco tiempo. Y finalmente la empatía para entender que tu jefe o tu equipo pueden estar bajo presión, con múltiples responsabilidades, y que si te piden algo es porque lo necesitan. Es la diferencia entre alguien que simplemente cumple y alguien que realmente suma. Sobre todo porque Tecpetrol apuesta a los jóvenes que se formaron adentro, que tienen la escuela de la empresa.

Ahora Luis planifica un viaje de Ecuador a Ushuaia, en su moto de ruta, con la banderita de Tecpetrol.-

Con 35 años y tantas experiencias vividas, ¿qué se viene para el Luis del futuro?

Estoy en una etapa menos aventurera. Me ilusiona el viaje en moto que tengo planeado y seguir aprendiendo en lo profesional.

Este diciembre de 2025 emprenderé un viaje que he venido planeando con entusiasmo: recorrer en moto desde Quito hasta Ushuaia. El trayecto será por etapas: primero hasta Lima, luego hacia Salta o Mendoza, después hasta Neuquén, y finalmente, Ushuaia.

Viajar tantas horas en moto, solo y en contacto directo con el entorno, te permite ordenar tus ideas. Es como en el trabajo: cuando crees que has alcanzado la meta, te das cuenta que es solo una parte del recorrido. Aún queda el camino de vuelta, lleno de aprendizajes, ajustes y nuevas perspectivas.

También sé que con el tiempo cambian las prioridades, entonces si hoy tengo el tiempo y la oportunidad de hacer algo, lo hago. Para mí la clave es aprovechar el presente, después puede ser tarde.

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