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Tres meses, mucho aprendizaje

El 31 de marzo finalizaron las Prácticas Educativas de Verano (PEV) en Argentina. Casi la mitad de los jóvenes tuvo que hacer su práctica de manera remota. Aun así, todos evaluaron la experiencia como muy enriquecedora y destacaron el rol de los tutores en el proceso. Aquí compartimos algunos de los testimonios.

El COVID-19 no es una restricción para el aprendizaje. Por lo menos así lo viven los colaboradores de Tecpetrol y así lo experimentaron los 25 jóvenes que decidieron cambiar sus meses de vacaciones de verano en Argentina por una experiencia laboral a gran escala.

Es que la facultad brinda herramientas y conocimientos teóricos pero es en el ámbito laboral donde se aprende y se ejerce plenamente la profesión, donde se adquieren nuevas competencias, se empieza a gestionar y a trabajar en equipo.

Este año, la empresa seleccionó a 25 jóvenes -13 mujeres y 12 varones- de distintos centros académicos de las provincias de Buenos Aires y Neuquén. El 44% hizo su práctica de manera remota, 26% en modalidad mixta y el 30% restante, que fue asignado a los yacimientos de Neuquén, pudo hacerla en forma totalmente presencial, respetando los protocolos y medidas preventivas para resguardar su salud y la de sus compañeros.

“Fue una edición histórica en lo que respecta al proceso de performance, debido a que se lograron muy buenos índices de cumplimiento y compromiso con cada etapa: “Todos los jóvenes cargaron, y validaron con sus jefes, su plan de trabajo en la primera semana; por su parte, todos los líderes completaron la instancia de feedback en los plazos previstos. Esto demuestra el compromiso y predisposición de los tutores con sus pasantes”, señala Sofía Zelayeta del equipo de Desarrollo (¡ex PEV!).

Maira SotoEstudiante de Ingeniería Química, Universidad Nacional del Comahue.

Concluidos los tres meses, se hizo una encuesta entre los estudiantes, en la que coincidieron que los objetivos definidos en su plan de trabajo fueron muy desafiantes. A su vez, el 96% indicó que estos eran claros y que contaban con todas las herramientas para poder llevarlos adelante, aspecto que fue evaluado cuatro puntos por encima de 2019.

Respecto del feedback en particular, el 87% de los estudiantes señaló que lo recibía de manera periódica, porcentaje que se incrementó un 13% respecto al año anterior.  

Para Claudia De Conti, Jefa de Atracción de Talento, a pesar del contexto de pandemia y de que casi la mitad de los jóvenes tuvieron que hacer su práctica de manera remota, “esta edición superó ampliamente las expectativas y esto se vio reflejado en la evaluación que hicieron los PEVs al concluir el programa”.

La experiencia, desde adentro

Belén Marquina es estudiante de Ing. Química en la UNComahue. Fue PEV en el área de Convencional - Tratamientos Químicos, con un esquema mixto. “Estuvo bueno poder ir al yacimiento y ver el proceso, ya que me ayudaba luego cuando estaba en casa a orientarme un poco más”. Luego de finalizar su práctica y a un paso de recibirse -sólo le resta presentar su trabajo final-, se incorporó al programa de Jóvenes Profesionales en el área de Seguridad, Ambiente y Salud.

Considera que las PEVs están bien armadas, “uno se siente contenido y gana mucha experiencia porque los mismos compañeros de trabajo te guían y te explican para que te sientas más cómoda. Aparte te da la posibilidad de ver cómo es verdaderamente el trabajo de campo que, para un estudiante, es algo casi imposible por fuera de esta experiencia”.

Sugiere que “todos los que hagan una práctica tengan la posibilidad de visitar un día el yacimiento de Fortín de Piedra, es realmente impresionante”. Y aconseja a aquellos que deseen participar “que lo aprovechen al máximo, que no tengan miedo de preguntar, que intenten participar en todo y que, aunque no continúen, les sirve para poder decidir qué es lo que quieren para su futuro”.

En el caso de Lucas Miranda, estudia Ingeniería en Petróleo en el ITBA. Fue PEV en el área de Reservas, en Sede, y continúa en el mismo sector con una Práctica Educativa Ordinaria (PEO).

Lucas tenía muchas expectativas porque se trataba de su primer trabajo. “Tenía muchas ganas de aprender, tanto en el ámbito del petróleo como a trabajar en un equipo, a relacionarme con mis compañeros y jefes, aprender de ellos para ir tomando ritmo de trabajo. Creo que a pesar de que la modalidad remota limita ciertos aspectos laborales, la práctica cumplió ampliamente mis expectativas”.

Lucas MirandaEstudiante de Ingeniería en Petróleo, ITBA.

Durante los tres meses, tuvo dos objetivos principales: generar una base de datos de reservas de la compañía y consolidar la base de datos histórica de reservas SGE (Secretaría General de Energía - ARG). “Creo que son trabajos que aportaron mucho valor al área ya que, al tener todo en un mismo sitio, se pueden realizar análisis de forma más ágil”, afirma.

Al igual que Belén, recomienda a otros estudiantes que se anoten en la próxima edición: “Creo que el programa es una excelente forma de realizar una transición del ámbito académico al profesional. Plasmar lo aprendido en la facultad por primera vez fue un gran paso para mí, porque uno siempre observa las cosas más abstractas y luego ponerlas en práctica termina siendo muy diferente”, sostiene Lucas.

Agustina Jonte, estudiante de Geología de la UBA, coincide en que “es una experiencia increíble. Si tienen la oportunidad, no la dejen pasar. Se aprende un montón sobre el área de trabajo, la industria y es una gran ayuda para un iniciar el desarrollo profesional. Todas las personas del equipo de trabajo y de la empresa en general están dispuestas a ayudar, y siempre con mucho profesionalismo y la mejor onda”.

Ella fue PEV en el área de Desarrollo No Convencional, en Sede, y hoy continúa como PEO. “Al principio, no sabía muy bien qué esperar y estaba bastante nerviosa”, pero vio que el proyecto al que la habían asignado “era re interesante, y mis objetivos y tareas eran importantes”. Se ocupó de organizar y analizar datos de control geológico de algunos pozos de Vaca Muerta, principalmente en Fortín de Piedra. “Sentí que dejé mi granito de arena en la empresa y estoy feliz de que mis expectativas iniciales hayan sido ampliamente superadas”, dice.

Destaca que la relación con su tutor fue muy buena. Al principio, “me explicó todo acerca del área y los objetivos a cumplir durante la PEV y, a medida que fui avanzando en mis tareas, siempre fue muy claro y estuvo dispuesto a responder preguntas o explicar conceptos nuevos para mí”. Y agrega que, “tanto él como las otras personas del equipo con las que pude interactuar no solo son increíbles profesionales sino que, desde el punto de vista de la calidad humana, son súper amables y me hicieron sentir parte del equipo desde el principio”.

Sin duda, las prácticas de verano en Tecpetrol serán para estas 25 jóvenes promesas una experiencia que los marcará en su camino profesional.

Experiencia Fortín de Piedra

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