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Día del Geólogo: De Jurassic Park a los Llanos Orientales

Desde su oficina en Bogotá, Sergio Dacol, especializado en pozos horizontales, cuenta cómo nació su vocación, de la mano de su abuela dibujante; y sus rutinas.

"Desde los 13 años supe que iba a ser geólogo". La vocación llegó temprano para Sergio Dacol, hoy 37 y geólogo de desarrollo para los campos del Bloque CPO13, en Colombia. "Tenía 12 y ya había visto Jurassic Park cuando le pregunté a mi abuela por la paleontología; ella de joven fue dibujante, y había trabajado para unos paleontólogos famosos, Hans Burgel y Thomas van der Hammen, y me gustó".     

Graduado en 2008 en la Universidad Nacional de Colombia, hoy trabaja en Tecpetrol con base en Bogotá, desde donde monitorea los pozos de Campo Pendare en tiempo real.

"Mi abuela siempre me apoyó mucho –contó– siempre me dijo que estaba tranquila que yo podía sacar la carrera adelante". La virtualización que la pandemia aceleró trajo algunos cambios a esta profesión fundamental para la industria del petróleo, aunque mantiene su esencia.     

"Obviamente una cosa son los paleontólogos de Jurassic Park y otra los geólogos de la vida real, pero es un lindo trabajo, que durante la carrera te permite recorrer el país y cuando estás en la profesión, de acuerdo a la especialización, en el campo se aprende mucho", cuenta.

En la industria, el trabajo del geólogo consiste tanto en proponer pozos: evaluar el terreno, hacer análisis técnicos para su viabilidad y plantear escenarios; como el seguimiento de la operación: durante la perforación del pozo, hacerle ajustes a la trayectoria para un aterrizaje en el mejor lugar posible, siempre de acuerdo a las características del yacimiento. 

"Mi rutina varía. En una semana sin pozo, que es el trabajo entre perforaciones, el trabajo está ligado a los informes y vínculos con organismos gubernamentales, dos o tres veces por semana en la oficina y el resto remoto, más las reuniones sobre la evaluación de campañas de perforación con vistas para el futuro", detalló Dacol, quien desde hace dos años trabaja en la compañía. "Pero cuando hay pozo estamos conectados a la operación, trabajamos en turnos de 12 horas y a veces me toca en el día y a veces en la noche. Así seguimos las curvas que ofrecen información, y soy el nexo entre el personal que hace el análisis y la gente en el campo, para darle indicaciones sobre las inclinaciones".

Si bien hay un desarrollo de herramientas en los últimos años de la mano de la tecnología, el cambio real llegó con la pandemia, cuando "se paró el taladro", con la virtualización.

"Antes nos juntábamos en una sala a ver el pozo, los datos que llegan a la superficie, se codifican y viajan muchos kilómetros, pero ahora se puede ver en tiempo real, desde cualquier lugar", completó. 

"Nuestro trabajo es fundamental para la industria del petróleo, siempre se necesitan geólogos que encuentren dónde está el yacimiento, para su desarrollo y el entendimiento de los campos", definió. "Pero también para el desarrollo del país, porque los geólogos son fundamentales en la búsqueda de las energías alternativas, puede ser la geotermia, de modo más directo, o la hidráulica, más indirecta, pero también en cuestiones más amplias: cuando hablás de energía nuclear, en Japón, la crisis en Fukushima fue producto de un maremoto y tienen que tenerse en cuenta los riesgos sísmicos de una zona". 

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