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Cerca de la comunidad universitaria

Más de 475 estudiantes y graduados se conectaron a una charla virtual en la que Horacio Marín contó la historia de Fortín de Piedra y luego contestó las dudas que surgieron. La iniciativa forma parte del programa de Relaciones Universitarias que hoy llega al mundo académico, a pesar del aislamiento.

El miércoles 17 de junio a las 18 h, Horacio Marín, director general de Tecpetrol E&P, estuvo conectado en vivo por streaming (un tipo de transmisión virtual) con estudiantes y recién graduados de las carreras de ingeniería y geociencias, entre otras especialidades.

La charla “Fortín de Piedra, un proyecto casi imposible” consistió en el relato de la historia del primer yacimiento de Vaca Muerta desarrollado por Tecpetrol.

Se trata de una iniciativa impulsada por el área de Relaciones Universitarias que se convirtió a modalidad virtual debido al contexto de aislamiento social, pero se viene llevando adelante a través de distintas actividades como charlas en Universidades, visitas a yacimientos, foros de intercambio entre estudiantes y profesionales de la empresa, etc. “El objetivo es aportar conocimiento, complementar con experiencias que el mundo de Tecpetrol le puede aportar al académico y, de esta manera, nutrirse mutuamente”, dijo María Laura García, gerente de Talento y Comunicación.

Horacio Marín comenzó con una serie de comparaciones, como para dar idea de la dimensión del proyecto: “En Vaca Muerta, por cada 100 km2 de desarrollo se necesitan entre 2000 y 2500 millones de dólares. En 18 meses hicimos una inversión mensual equivalente al de un edificio moderno de 36 pisos. El desarrollo completo de un área como Fortín de Piedra, necesita de arena –que se utiliza para fractura- el equivalente a un edificio de una hectárea de superficie por 70 pisos de alto. Y, finalmente, el gas oil de la energía que necesitan los equipos de perforación y de fractura equivale a 10.000 camiones o a 200 km de camiones en fila. Esto demuestra claramente la magnitud del proyecto”.

Luego contó la historia de Fortín de Piedra que comenzó mucho antes de lo que se podría imaginar, ya que se remonta a 2010 durante el boom del shale en Estados Unidos y la experiencia de Tecpetrol en el país. “En ese entonces, teníamos muchas reuniones con otras empresas. Siempre teniendo como norte aplicarlo en Vaca Muerta, donde contábamos con activos importantes. Vimos como hacían las cosas, las diferencias, cómo eran los pozos horizontales, las fracturas, etc. El proyecto de Estados Unidos no resultó, pero nos quedó mucho conocimiento para aplicar en Fortín de Piedra”, expresó Marín.

En 2017 comenzó la planificación del proyecto que incluyó reuniones con operadoras en Argentina y con CEOs de Estados Unidos. “Hacíamos 8 hs. de preguntas y elaboramos un documento final que le llamamos “el ladrillo” (por su volumen). Así gestionamos el conocimiento. Analizamos la arquitectura de los pozos: el largo, el distanciamiento entre pozos y entre fracturas. En Argentina el distanciamiento promedio entre pozos era de 400 mts. Hicimos una simulación numérica de reservorios y empezamos a jugar. Lo que daba como óptimo era una distancia de 225 metros. Y así los hicimos. Fuimos disruptivos”.

Luego Horacio Marín contó cómo se desarrolló un business case que contemplaba la participación de Techint Ingeniería y Construcción y Tenaris para hacerlo en 18 meses, “un plazo impensado” que se pudo lograr gracias a la sinergia del Grupo y al foco puesto en la gestión industrial. Un concepto que incorpora Marín es “Toyota well”, que muestra una de las grandes contribuciones de Tecpetrol a la industria del shale. “Aplicando la industrialización, logramos que el ciclo de un pad baje de 230 a 150 días”, dijo. “Todo esto fue gracias a un equipo muy integrado de trabajo. Para desarrollar un proyecto de esta envergadura se necesita un gran equipo multidisciplinario interno y externo”, concluyó.

Marín cerró su presentación con una frase que generó un gran impacto: “Recuerden que cada vez que encienden el calefactor por ocho horas, una de esas horas, es gas de Fortín de Piedra”.

Al final de la charla, los participantes hicieron preguntas muchas de las cuales estuvieron enfocadas a cómo es la inserción en el mundo laboral, de qué manera aplican sus carreras a un proyecto como Fortín de Piedra, etc. También, tuvieron la oportunidad de hacer una valoración sobre la convocatoria y el contenido que se abordó.

En líneas generales los asistentes calificaron como “muy bueno” y “excelente” el contenido compartido, argumentando que “es interesante conocer cómo se ejecutó un proyecto tan desafiante”. A su vez, consideraron que fue buena “la claridad con la que se trataron los temas, la humildad y calidez del orador al responder las preguntas” valorando el hecho de “poder conocer experiencias de un ingeniero con tantos años de carrera y también el potencial que tiene nuestro país en materia energética”.

María Laura García cuenta que “desde 2018, se realizaron más de 45 actividades que impactaron en unos 800 estudiantes de distintas universidades. Este ciclo de charlas virtuales continuará con el objetivo de sumar conocimientos y llegar a un público cada vez más amplio que está interesado en el mundo laboral que ofrece la industria de la energía”.

Con más de 1500 inscriptos, la charla seguirá disponible para quienes no pudieron participar de la transmisión en vivo.

Experiencia Fortín de Piedra

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