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Un reconocimiento al desarrollo de nuestros objetivos

Tecpetrol ganó el premio a la Gestión de Buenas Prácticas de Sostenibilidad de la Society of Petroleum Engineers de Ecuador. Ronald Manosalvas, uno de los responsables de implementar estas iniciativas, nos cuenta las claves de un trabajo que pone a las personas en el centro.

Cuidar el agua en nuestras operaciones. Impulsar la eficiencia energética en campo y oficinas. Apoyar a estudiantes del nivel secundario con las Becas Roberto Rocca. Respetar y promover la diversidad. Parecen objetivos distintos, pero están interconectados. Cada uno de ellos demuestra nuestro compromiso integral con el desarrollo. Un compromiso que además de llenarnos de orgullo, obtiene reconocimientos.

En Ecuador, la Society of Petroleum Engineers (SPE) acaba de entregarnos su premio Gaia a la implementación de buenas prácticas de gestión en sostenibilidad. El galardón distingue los esfuerzos en la industria energética en pos del bienestar de los ecosistemas, las comunidades y las personas. Y para seguir celebrando este logro, hablamos con Ronald Manosalvas, Health, Safety & Environmental Sr. Manager, quien aporta cinco claves del trabajo de Tecpetrol en un tema cada vez más importante en el sector.

Una gestión de alto vuelo.El premio reconoce las medidas de Tecpetrol para cuidar el bienestar de los ecosistemas, las comunidades y las personas.

Gestionar, escuchar y mejorar. Las iniciativas relacionadas a la sostenibilidad parten de una normativa rigurosa y se nutren de las propuestas de nuestra gente. “Nos apoyamos en los sistemas de gestión ISO 9001 de Calidad, 14001 de Ambiente y 45001 de Seguridad y Salud Ocupacional. Sobre esa estructura fuerte, llevamos adelante procedimientos que vamos puliendo con las ideas que nacen de nuestros comités paritarios (espacios de cooperación entre las empresas y quienes trabajan en ellas). Así surgió una charla sobre reciclaje que tuvimos hace unas semanas, en la que aprendimos cómo hacer alfombras reutilizando llantas o muebles a partir de envases de cartón”, cuenta Ronald.

Hábitos saludables. Donamos equipamiento a centros médicos de las parroquias de Pacayacu y Dureno, en la amazonía ecuatoriana. También impulsamos campañas de vacunación de influenza, nutrición y actividad física, y pusimos en marcha un software estadístico para ayudar al bienestar en nuestras operaciones. “Tenemos una línea base que es el examen preocupacional y hacemos exámenes periódicos y anuales. La clave es detectar eventuales patologías y minimizar los riesgos laborales. Por ejemplo en el campo, donde medimos el ruido y la disposición a gases o humos de soldadura”.

Un propósito en evolución. Ronald todavía recuerda las resistencias que se percibían, décadas atrás, cuando los sistemas de gestión de calidad exigían otro modo de hacer las cosas en las operaciones. Pero hoy la realidad es diferente. “Los jóvenes profesionales tienen otro chip. Esto es súper importante para seguir contribuyendo al cuidado de nuestra ‘Casa Común’. Las empresas energéticas podemos tener un impacto real y positivo enorme en nuestras sociedades: no sólo cumpliendo toda la legislación ambiental sino tomando conciencia, apoyando los estudios de chicas y chicos o impulsando la eficiencia energética”, explica.

En el podio.Ronald Manosalvas recibe la distinción junto a colegas de la industria energética en Ecuador.

Más diversidad. Si la sostenibilidad está vinculada a lo que hacemos por nuestra gente y las comunidades donde operamos, garantizar la igualdad entre géneros, culturas y generaciones se transforma en un must de la gestión. Allí Ronald reconoce un gran aliado interno: el programa +d. “Aunque en las áreas de Ambiente y Salud siempre ha habido más mujeres que varones, claramente no ocurría lo mismo a nivel general. Esto está cambiando en la industria, lo cual es muy bueno por el fantástico aporte que hacen nuestras ingenieras”.

La seguridad primero, siempre. Ronald concluye su recorrido por nuestras gestiones de sostenibilidad con una metáfora inspirada en uno de sus grandes pasatiempos: sumergirse en las profundidades marinas. “En el buceo se dice que uno planifica las inmersiones con objetivos secundarios: ‘Voy a bajar a 30 metros’. ‘Voy a ver tiburones’. ‘Voy a navegar en el fondo’. El objetivo primario no se comenta porque nunca está en discusión: siempre es retornar seguro. Acá es igual. Nuestra prioridad no es sacar ‘X’ cantidad de barriles de los proyectos, sino desarrollar esos proyectos de forma segura, cuidando la integridad y el bienestar de las personas”.

La sostenibilidad en Ecuador, en números:

Agua y saneamiento: 40% de agua reutilizada en las actividades de perforación.

Salud: 56 equipos médicos donados a centros de salud de las parroquias de Pacayacu y Dureno.

Eficiencia energética: 12% menos de consumo eléctrico en campo y 10% menos en las oficinas de Quito.

Educación de calidad: más de 50 estudiantes del nivel secundario y más de 20 de universidades técnicas, beneficiados con programas de becas.

Industria, innovación e infraestructura: 90% de cumplimiento en el seguimiento de 64 indicadores de Seguridad, Ambiente y Salud (SAS) y de Calidad.

Ciudades sostenibles: 86% de la mano de obra contratada perteneciente a las comunidades locales.

Producción y consumo responsable: 17% menos de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestras actividades.

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