VER MAS NOTICIAS

Las condiciones de superficie, un “segundo campo” para el desarrollo argentino

En representación de Tecpetrol, Ricardo Ferreiro participó del ciclo especial de LN+ Energía, la oportunidad latente, para dimensionar el potencial de Vaca Muerta a partir de la inauguración del GPNK.

Los números son impactantes. Con las condiciones adecuadas, la Argentina puede pasar de un déficit de 4.000 millones de dólares en la balanza energética de 2022 a un 2023 de equilibrio, y llegar a 24.000 millones de superávit en el año 2030. "Ese es el potencial y la contribución que Vaca Muerta puede tener para el país", señaló Ricardo Ferreiro, President G&P, Business Development & Commercial, invitado a un ciclo especial de televisión en La Nación +. Energía, la oportunidad latente, reunió a los actores más destacados de la industria junto a especialistas para analizar la coyuntura que habilitó la inauguración del GPNK1. 

En la señal de tevé, Ferreiro participó del panel “Las estrategias de las empresas para ser protagonistas”, junto a sus colegas Rodolfo Freyre, Vicepresidente de Gas, Energía y Desarrollo de Negocios de Pan American Energy y Matías Weissel, gerente de Operaciones de Vista. Y compartió, en primer lugar, los hitos de Tecpetrol en los últimos años. "La industria visualiza lo hecho en Fortín de Piedra como una demostración contundente del potencial de Vaca Muerta ", describió en conversación con Sofía Diamante, periodista de LN+. 

“El gas natural es un complemento, un aliado y una necesidad para la transición energética", definió Ferreiro.-

El yacimiento individual que más gas produce en la Argentina, pasó de 0 a 17 MMm3/d en 18 meses, y hoy tiene un potencial de 23 MMm3/d, convirtiéndose en el mayor productor de shale gas de Vaca Muerta. "Es una combinación del know how petrolero con el gen técnico y la experiencia del grupo", analizó. "Fue un disparador significativo del gas, que empezó a demostrar que tenía sentido hacer un gasoducto, esa es la gran contribución de Fortín de Piedra para este desarrollo del que estamos hablando con entusiasmo".

A partir de un dato aportado por Germán Weiss, que puso énfasis en el compromiso de Vista como una compañía net zero en emisiones de carbono para 2026, se instaló pronto en la agenda la transición energética. Y las compañías a través de sus representantes mostraron el perfil de sus proyectos. "Hay un consenso en toda la industria en que hay que hacer las operaciones cada vez más limpias", dijo Weiss, y definió al gas como "el puente, más allá de 2050".

Por su parte, Ferreiro definió al gas como "un complemento, un aliado y una necesidad para la transición". Dijo: "Quedó demostrado que no hay que elegir entre un tipo de energía u otro, tanto por la relevancia que tomó la seguridad energética y el hecho de que la transición va a tomar más de tiempo que el inicialmente estimado, ambas energías deben complementarse".

En relación al control de emisiones se refirió a los números de Intensidad de Emisiones de Tecpetrol de 12,5 tCO2e/Kboe en comparación a 23 tCO2e/Kboe promedio de la industria. También se refirió a los proyectos que lleva adelante la Dirección de Transición Energética (DITE).

El potencial de Vaca Muerta

La balanza comercial positiva habilita a que "tenemos que dejar de hablar de potencial, y ver cuál es el próximo paso", expresó Weiss, refiriéndose tanto a gas como a petróleo. Por su parte, Rodolfo Freyre señaló que, desde el Golfo de San Jorge, PAE nunca dejó de exportar. "Y desde hace tres años con Tecpetrol recuperamos la confianza del mercado chileno, llegamos a exportar gas en firme en el invierno y el próximo paso es hacerlo a Brasil por el norte de Bolivia", relató Freyre, mientras identificó al mercado de exportación de GNL como el end game, aunque se trata de proyectos millonarios que llevan al menos siete años.

Ricardo Ferreiro, a la derecha.Durante su participación en un panel sobre las oportunidades de la industria energética en la señal LN+.

Todos actores de la industria que vieron crecer a sus compañías en los últimos años, los participantes compartieron el diagnóstico sobre la capacidad técnica. "La competitividad del nivel de tierra para abajo está garantizada, tanto en productividad, calidad de la roca, eficiencia  en perforación y completación", definió Ferreiro, quien destacó los precios competitivos obtenidos por el Estado en los contratos del Plan Gas para abastecimiento interno.

"Ahora tenemos que trabajar en las condiciones arriba de superficie: respeto a los contratos, el acceso y libre disponibilidad de divisas, estabilidad jurídica y regulatoria, política energética y condiciones macroeconómicas". De darse este escenario, la Argentina para 2030 podría llegar a 1.400.000 barriles de petróleo y 240 MMm3/d de gas, con un proyecto de GNL en marcha, lo que describió como el aporte de un “segundo campo”. “2023 es el año para ver dónde estamos y adónde creemos que podemos llegar”.

"El GPNK mostró el potencial, es un catalizador", concluyó Ferreiro. "Si tenemos una balanza energética positiva de la magnitud de la que estamos hablando, claramente es un viento de cola potentísimo para resolver otros problemas de la macro".

Experiencia Fortín de Piedra

La energía nos conecta